martes, 16 de diciembre de 2014

Cuál es el límite entre difusión y spam



Hoy no me apetece escribir pensando en Google. Así que nada de keywords ni historias, ni alcance orgánico. Hoy toca reflexión. Uno de esos post que no saldrán nunca en Google (puesto que nadie hará probablemente jamás esa pregunta, por lo que no será una palabra clave de búsqueda) y que muy pocos leerán. Y que, lo más seguro, con el paso del tiempo quede enterrado bajo otros más recientes. En fin, tiene que haber de todo.

Como esto queda entonces en petit comité, entre tú y yo como quien dice, pues vayamos al grano.

A todos los que nos gusta expresarnos mediante la creación de contenidos (siendo el blogger la referencia) nos gusta ver recompensado nuestro trabajo ingrato, ni que sea con estadísticas en forma de visitas, entradas directas, comentarios o comparticiones en redes sociales. Y para ello no tenemos más remedio que tirar de difusión.

La existe directa, o lo que es lo mismo, si tienes una comunidad de seguidores que ven aparecer en la timeline de su red social favorita tu publicación, les despierta interés el título y tienen 5 minutos que perder (en este caso eres uno de ellos por lo que acabo de exponer al principio, ¿verdad?) y la indirecta. La indirecta es la que roza el spam.

Hay herramientas que permiten republicar tweets cada x periodo de tiempo. Y eso está muy bien (hasta cierto punto) puesto que Twitter es trigo de otro costal. Luego están las sobreexplotadas (pobrecitas mías) comunidades de Google+, a las que todos echamos mano de vez en cuando (ejem). Aunque, como en todo, existe una diferencia entre el uso y el abuso.

Hace un instante acabo de dejar de seguir en dicha red social a una persona por un comportamiento, para mi gusto, descortés. Me parece muy bien que me sigas con la intención de que te siga después. Si tras ver la notificación pertinente echo un vistazo a tus publicaciones y veo que más o menos me interesan, te seguiré también. Y, siendo como soy (en la medida de lo posible) un usuario habitual de Google+, red social a la que entro a diario y no dejándome ni una publicación por mirar, veré en mi timeline tus publicaciones, me gusten o no.

Y entonces decidiré si me apetece leerla o no.

Pero, por favor, no "compartas conmigo" tus publicaciones. No me gusta que cada vez que quieras ganar unas lecturas me pite el teléfono diciéndome que Fulanito ha compartido algo conmigo. Te sigo, no sufras. Si publicas algo, lo veo y me interesa, lo miraré. Y sino, pues no. Y tan amigos. Pero sin forzar, hombre. Ahora te has quedado sin un follower, ala.

Obviamente todo esto es aplicable a cualquier red social, siendo Facebook la number 1 en cuanto a etiquetados molestos y spámicos (nuevo palabro) que han llevado a más de uno a acordarse de la madre de tal relaciones públicas o community manager e, incluso (¡al loro!), a modificar su configuración de privacidad (con la pereza que da). Y en Twitter también es aplicable, ¿por qué no?

Y, por supuesto, internet va más allá de las redes sociales, siendo los foros el clásico nicho de spammers (el típico usuario sin avatar y con uno o dos mensajes... y nunca más nada).

En fin, señores y señoras community managers y demás. Tienen ustedes un trabajo muy digno y desagradecido, pero, por favor, por el bien de todos, pongamos límites entre la difusión o el spam o esto se nos irá de las manos.

De hecho, tanta sobreexposición a publicidad (ahora camuflada como comunicación) está logrando inmunizar a la población, con lo que, como siempre, pagan justos por pecadores y los pequeños que quieren hacerse un hueco honradamente, lo tienen verdaderamente difícil para conseguirlo. Aunque quizá ya es tarde para arreglar eso, ¿no?

martes, 9 de diciembre de 2014

Ganar dinero con un blog con programas de afiliados


Bienvenidos a Marketillo (espero que de nuevo. Y si no es así, os animo a seguirme en Twitter o Google+, que no cuesta nada, hombre). Hoy vamos a hablar de un tema tan antiguo como internet (o como los blogs, en este caso): el cómo ganar dinero con un blog.

Ante todo quiero dejar clara una cosa: la experiencia me ha enseñado que en internet los resultados rápidos NO EXISTEN. Y, es más, tanto en la red como en la vida real el dinero rápido y fácil es una quimera también. En este mundo reina lo que podríamos denominar el "concepto locomotora".

Imagínate una locomotora de vapor, de las que hemos visto en películas. Es un armatoste de tropecientas toneladas, de metal... ¿y tú quieres que arranque como un fórmula 1? Pues va a ser que no, amigo. Vas a tener que sudar tinta electrónica echando innumerables paladas de carbón a la caldera hasta que la locomotora empiece a arrancar y avance el primer medio centímetro. Hablamos de mucho tiempo. Lo que sí es cierto es que cuesta más avanzar el primer medio centímetro que, después, el primer metro. Y así consecutivamente. Además, la ventaja es que una vez la locomotora está en marcha, va cogiendo velocidad y avanza incluso por la propia inercia (aunque por ello no quiero recomendarte que una vez tengas un blog bien posicionado dejes de escribir, eh).

En resumen, que en el mundo de internet en general y de los blogs en particular, la keyword que debes grabarte a fuego en tu mente es CONSTANCIA... y paciencia también, ya puestos.

Una vez hecha esta introducción que considero necesaria (y que probablemente habrá echado a varias personas atrás) quedamos tú y yo. Los que somos capaces de entender cómo funciona la locomotora y que aun así estamos dispuestos a arremangarnos y liarnos a echar carbón. Pues bien, empecemos.

¿Qué son los programas de afiliados?

Probablemente ya lo sepas pero por si llega hasta aquí otro lector que no lo sepa, merece la pena dedicar un par de líneas a resolver esta cuestión. Un programa de afiliación consiste en que tú atraigas tráfico a un portal y este te recompense a cambio. Generalmente en forma de comisiones por ventas de productos o servicios que has recomendado en tu blog o página web.

Programas de afiliados para un blog

Existen muchos programas de afiliación, siendo los más famosos Amazon o Ebay para venta de productos, Rumbo para hoteles y vuelos o Rastreator para seguros, a modo de ejemplo.

Lo que sí debes tener muy claro son una serie de cosas:
  • Piensa sobre qué temática habla tu blog. Ahora, busca en google "temática afiliados" y a ver qué sale. A lo mejor te llevas una sorpresa. Es decir, hay sistemas de afiliación a portales de moda, hosting, dominios de internet, etc. etc. etc.
  • Existen portales que aglutinan varios programas a la vez, como Tradedoubler.
  • Ante todo, nunca recomiendes un portal en el que no crees o, por lo menos, pruébalo antes como cliente. Piensa que como blogger es posible que tengas toda una comunidad de seguidores que cree en tus palabras. Si de repente les recomiendas que apuesten por GASTARSE SU DINERO en un portal que no les da buenos resultados, puedes quedar muy mal y lanzar todo el proyecto por la borda por cuatro duros.

¿Para qué tipos de blog es útil un programa de afiliados?

Entre comillas, "para cualquiera". Aunque básicamente existen dos tipos muy diferenciados en que un sistema de afiliación puede dar resultados:
  • Un blog consolidado en una temática concreta, con una buena comunidad de seguidores fieles, puede recomendar un servicio o producto en el que cree y que realmente valora a su público y, a cambio, sacar un provecho de ello. Recibir una recompensa por un trabajo tan desagradecido como el de blogger no tiene nada de malo ni de inmoral.
  • Para un blog keyworder. Este tipo de blogs merecen un post para ellos solos pero bueno, intentaré resumirlo al máximo. Es un blog diseñado de pe a pa para estar optimizado en una keyword concreta y sus keywords relacionadas (similares, vamos). Si dichas keywords están enfocadas a la adquisición de un producto o un servicio (como, por ejemplo, "contratar seguro coche barato" o "comprar ebooks novela romática"), las posibilidades de que tu blog "venda" son muy altas. Lo difícil, evidentemente, es que el blog en sí se posicione, pero bueno, eso es trigo de otro costal y no es el tema que nos ocupa hoy.
En definitiva, usar sistemas de afiliación (¿quién dice que sólo uno?) para monetizar un blog o página web es algo perfectamente plausible. Otra cosa es que te de grandes resultados. Eso sí, es posible que sí sea una vía de negocio más rentable que la publicidad, de lo que hablaré otro día. Vamos, que si tienes o llegas a tener un blog de los dos tipos comentados arriba y cumples el requisito ético de recomendar algo de utilidad real para tus usuarios, no pierdes nada en hacerlo. Es más, puedes llegar a ganar algo, que ganar dinero con un blog es la tira de difícil.

Nada más por hoy así que si te ha parecido relevante lo que has leído, me harías algo feliz dándole un +1 a este post :)

¡Hasta pronto!


martes, 2 de diciembre de 2014

¿Qué es la Googleza? Hipótesis SEO



Buenas de nuevo. Bienvenidos a una nueva paja mental, que denomino Googleza. Como algunos sabréis éste término apareció en la película "Los becarios" (está bien para una tarde de domingo) y consiste en algo así como "el espíritu Google" que se supone que guía dicha compañía.

El caso es que desde un tiempo a esta parte siento cierto interés por el SEO white (el black me da mucha pereza) y, por tanto, he empezado a seguir comunidades de Google+ que me parecen interesantes. Pero resulta que al final todo el mundo habla de lo mismo. Como hasta el momento no he encontrado nadie que hable de esto, pues vale, empiezo yo el debate.

En el caso de la hipótesis SEO que traigo hoy (y recalco lo de "hipótesis" puesto que no hay pruebas para refutarla y digievolucionarla a "teoría") se basa en una premisa muy sencilla: a Google le gusta Google.



Pues bien, ¿cómo se desarrolla la hipótesis? Se basa en la siguiente premisa: cuantos más servicios de Google utilices en tu sitio, más le gustarás a Google.

¿En qué me baso? Desde tiempos inmemoriales todos aquellos que hemos sentido algún interés por exponer nuestras ideas hemos recurrido a tirar adelante un blog. Y antes de que WordPress fuera la repera y tan conocido, muchos acabamos por tirar de Blogger (AKA Blogspot). Y todos flipábamos en colores con lo bien que se posicionaban en Google los contenidos de un blog de blogspot (y eso sin tener demasiada idea de optimización SEO de contenidos).

La explicación era sencilla. Como es lógico, Google barre para casa. Es decir, según esta hipótesis, si encontráramos dos contenidos exactamente iguales (no me refiero al texto e imágenes en sí, si no a la optimización del sitio, densidad de keyword y todas estas mandangas) Google debería posicionar antes el post de Blogspot.com que el de Wordpress.com. Lo cual, desde el punto de vista de Google, me parece lo más lógico (la pelota es mía).

Dicho de otro modo, os animo a realizar el experimento siguiendo estas premisas:

  • ¿Necesitas un blog? Pues pese a sus ilimitadas limitaciones (valga la redundancia) opta por blogspot.
  • ¿Formulario de contacto? De Google Drive, por supuesto.
  • Traductor de Google ya integrado.
  • En cuanto a redes sociales, Google+ es lo más :D
  • ¿Imágenes? De Picasa.
  • ¿Vídeos? ¿Vimeo? ¿Qué es Vimeo? ¡Youtube, hombre, que hay que decirlo todo!
  • Fuentes de Google Fonts.
  • Código de seguimiento de Google Analytics (of course).
  • Alta en Webmaster Tools.
  • Calendario de Google Calendar.
  • Embebe mapa de Google Maps (con ficha de Google my Business, por supuesto).
  • Como eres un máquina, cúrrate una APP para la Play Store, ¿no?
  • Si tienes una tienda online, date de alta en Google Shopping.
  • Paga anuncios de Adwords (es coña).
  • Pon anuncios de Adsense (no ayudan a posicionar... ¿verdad?).
  • Haz tooooodos tus movimientos con el navegador Chrome. Bueno, algunos en modo incógnito ;)
  • Etc.
  • Etc.
  • Etc.
En definitiva, según el término Googleza, cuanto más amemos a Google, más debería él amarnos a nosotros (locamente). Y amar a Google puede consistir en utilizar sus servicios con fruición.

De hecho... ¿estaré llamando la atención de la gran G usando tantas veces su nombre en vano y el de sus servicios? Según esta hipótesis SEO, este artículo debería llamar la atención de su robot.

Que conste que, de antemano, yo no digo que esto funcione o tenga una base científica sobre la que funcionar (si bien cuantas más llamadas a Google mediante sus servicios más deberíamos llamar su atención... lo cual queda por ver si es bueno o malo). Ni siquiera estoy llevándolo a cabo... del todo. Y, por supuesto, no me estoy tomando la molestia de hacer un experimento como Dios manda (abriendo simultáneamente dos blogs gratuitos, uno en blogspot y otro en wordpress, sobre la misma temática e hinchando el blogger de tecnología Google). Pero sé que muchos de vosotros sí tenéis el tiempo y las ganas para hacerlo.



En fin, hasta aquí la historieta de la semana. Espero que, AL FIN, hayáis leído un artículo sobre SEO que hable de una cosa nueva. Y me encantaría que os animarais a llevar a cabo el experimento. Sea como sea, el debate queda abierto y estaré encantado en leer vuestros comentarios y ver cómo los +1 suben como la espuma (God Bless Google+).

¡Hasta pronto!