martes, 11 de diciembre de 2012

¿Es rentable el perfeccionismo?

Los Juan Palomos tendemos a ser perfeccionistas por defecto. Porque creemos en nosotros mismos y queremos que se note nuestro potencial. Pudiendo hacer las cosas bien hechas, ¿por qué no hacerlas bien?

Ahora, hay que tener clara una cosa: si esperas a que todo esté perfecto para empezar a operar, no empezarás a operar nunca. Porque siempre encontrarás algo que mejorar. O lo que es peor: cuando estés cerca de alcanzar la meta, te convencerás de que hay que rehacer todo el diseño gráfico, por ejemplo.

Al fin y al cabo la perfección no existe, pues es infinita y cada uno tiene su propia visión de la misma.

En ocasiones, es el propio miedo a lanzarse al vacío con un nuevo proyecto lo que impide aceptar que el mismo ya está lo suficientemente maduro como para ser operativo.

Recordad que mientras el proyecto esté parado no está siendo productivo. Os podéis estar privando de hipotéticos ingresos mientras consumís recursos valiosos. Básicamente TIEMPO, el más valioso de todos ellos.

Así pues, hay que saber encontrar el equilibrio entre no empezar a operar hasta que lo tengas todo bien atado y el no esperar a que esté todo perfecto. Es decir, cuando tu proyecto esté lo suficientemente bien preparado para lanzarse, lánzalo. Ya lo irás moldeando y perfeccionando con el paso del tiempo. De hecho, los proyectos tienen vida propia y evolucionan constantemente así que mientras te mantengas fiel a tu línea estratégica, lo demás no son más que detalles secundarios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Con este post he intentado transmitir una o varias reflexiones. Pero creo que no estoy sólo en el mundo, así que si tú también tienes una al respecto, harías la mar de bien en hacerla pública.

Como todo en la vida, lo más importante siempre es participar :)